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12 DE FEBRERO DE 2010
Gays, discriminados o aceptados, en los ejércitos del mundo
Tras la petición de Barack Obama de una reforma que permita a los homosexuales servir abiertamente en el Ejército norteamericano, se hace un repaso de la situación de
los gays militares en diversas naciones.
Redacción Anodis
Boston, EU.- En
muchos rincones del mundo, la normativa que permite que los homosexuales presten servicio en las fuerzas armadas se resume así: “No preguntes, no importa”. Las fuerzas militares de más de 30
países, entre ellos varios aliados de EU como Israel, Canadá o Reino Unido, permiten que los gays y lesbianas participen en el ejército sin ocultar su
orientación sexual. Y es que para una gran parte del mundo occidental no es un tema importante.
Sin embargo, aquí en EU el debate sobre la norma de “No preguntes, no lo digas” (Don’t ask, don’t tell) vuelve a cobrar fuerza después que el presidente Barack Obama prometiera revocarla, durante
su discurso del Estado de la Unión. La semana pasada, el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, rechazó la normativa en una emotiva comparecencia ante el comité de Servicios Armados
del Senado.
A partir de ahora, EU pasará un año debatiendo lo que conviene al Ejército norteamericano y al país. Las altas jerarquías del Ejército parecen dispuestas a acabar con una política que se tiene que
cambiar porque, en palabras de Mullen, “es lo correcto”. Obama podría cambiar la norma a través de una ley o revocarla por medio de una orden presidencial.
Los detractores de la normativa de “No preguntes, no lo digas” sostienen que ha llegado la hora de que los homosexuales presten servicio a su país orgullosa y abiertamente y no ven indicios de que
el cambio pueda ir en detrimento de las fuerzas armadas. Asimismo, declaran que el Ejército norteamericano necesita las decenas de miles de homosexuales y lesbianas que actualmente están en sus
filas y también las decenas de miles que podrían reclutar si se cambia la política.
Los defensores de la actual normativa –que data de 1993- dicen que ha funcionado correctamente y que ahora que el país está involucrado en dos guerras, no es el momento de revisar una normativa que
podría perjudicar “la preparación y efectividad” del Ejército, como afirman desde el Pentágono. Temen que un cambio pueda frenar el ingreso de nuevos reclutas, sobre todo en un ejército de
voluntarios como es el estadounidense y al cual se le ha exigido muchísimo.
El actual debate podría aprovechar las experiencias de los aliados de EU que sí permiten que gays y lesbianas presten servicio abiertamente en las fuerzas armadas. Expertos y analistas militares
que han estudiado el tema en Israel, Reino Unido y otros países, sostienen que la normativa ha tenido un impacto muy pequeño en la efectividad del Ejército.
Según Aaron Belkin, profesor de ciencias políticas en la Universidad de California, en Santa Bárbara, existen unos 30 países, entre ellos casi todos los miembros de la OTAN, Sudáfrica, Brasil y
Filipinas, que permiten que los homosexuales presten servicio en el Ejército. “En prácticamente todos estos países existen investigaciones y casos que confirman que no existe un problema, no hay
una disminución de la cohesión de las unidades ni una menor efectividad de las tropas”, afirma Belkin, experto en relaciones cívico-militares.
Sus trabajos han aparecido en publicaciones militares como "International Security" o "Armed Forces and Society". En el año 2000, Belkin participó en un exhaustivo estudio sobre Canadá, que
modificó la normativa en 1991 para permitir que los homosexuales prestaran servicio abiertamente en las fuerzas armadas. El análisis de Belkin, que en ese momento era considerado como el estudio
más completo sobre los homosexuales en un ejército extranjero, concluía que el cambio de normativa no “había provocado variaciones en el desempeño militar, la cohesión de las unidades militares ni
la disciplina militar”.
Las fuerzas armadas de EU se encuentran en una situación delicada en este sentido, ya que no prohíben abiertamente la participación de los homosexuales, sino que insisten en que no se hable
abiertamente de la
orientación sexual de los soldados. Según la norma, aprobada por el entonces presidente Bill Clinton, los miembros del Ejército que "se queden en el armario" puede prestar servicio a su
país. Además, está prohibido investigar la
orientación sexual de una persona sin sospechas. En otras palabras, se trata de un tema personal.
Los gays y lesbianas que quieren hacer pública su
orientación sexual o que deseen casarse –incluso en los estados donde el matrimonio
gay está permitido- corren el riesgo de ser dados de baja.
Rusia es otro de los pocos países del mundo donde la situación tampoco es del todo clara. La normativa establece que los “homosexuales que se ajustan bien (a las normas)” pueden prestar servicio en
el ejército “normalmente”. Pero aquellos que tienen “problemas de identidad sexual” sólo son reclutados en caso de guerra.
La mayoría de los países del mundo, en particular en el mundo árabe y naciones más conservadoras y religiosas de África, Asia y gran parte de América Latina, prohíben tajantemente que los
homosexuales participen en las fuerzas armadas. Existen unos 80 países que aún consideran la homosexualidad como un delito y en algunos de ellos se castiga con la pena de
muerte.
Par Gayfriends
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