Está ubicado en la próstata, una pequeña glándula en forma de nuez, sobre la vejiga, a unos centímetros de la entrada del ano. Su estímulo por fricción o por contacto despierta intensas sensaciones eróticas: mayor excitación, erecciones vigorosas, que se convierten en poderosos orgasmos. Éstos suelen ser más prolongados e intensos que los producidos mediante el estímulo del pene y los testículos.
El primer paso es la estricta higiene previa, para que la experiencia sea agradable y evitar posibles contagios de bacterias habitualmente presentes en la zona anal hacia la boca o la vagina. Para hacerlo (e ir acostumbrando al esfínter a la presencia de algo adentro) se puede usar el bidet y limpiar usando el dedo, con agua y jabón neutro.
Los hombres y la zona anal
El ano es una zona erógena muy importante y delicada del cuerpo. Como es un esfínter, y no está muy acostumbrado a la flexibilidad, es esencial ser muy cuidadosos. Tiene muchas terminaciones nerviosas que lo hacen muy sensible al tacto.
Entre los varones a veces hay resquemores por el miedo a asociar el disfrute de
las caricias del ano con la homosexualidad. La orientación sexual no se relaciona con las partes de nuestro cuerpo en las que nos gusta ser tocados, sino con el sexo de la persona con quien las
compartimos.
La importancia del periné en la sensación orgásmica
Según las filosofías orientales, en la base de la columna vertebral está el primer chakra o centro energético (donde se enrosca la kundalini o serpiente de vida) que, al ser estimulado despierta la circulación de energía vital en todo el organismo.
Este espacio, entre los genitales y el ano, tanto en hombres como en mujeres,
coincide con el periné (o perineo) y es un punto importante de activación del flujo de energía sexual. Al masajear el periné (puede hacerse en movimientos circulares o en suaves y rítmicas
presiones) se despierta el movimiento de la energía que sube y va en aumento.
Enriquecer el juego sexual
Tanto
hombres como mujeres tenemos energía femenina y masculina. Lo masculino penetra y lo femenino recibe. En la relación sexual es posible y divertido explorar la manifestación de ambos y eso hará
más rico el encuentro.
Si el hombre puede recibir las caricias de una mujer (y excitarse mucho con ellas) y la mujer siente cómo es ser activa y que sus actos generen un efecto en su compañero, la posibilidad de ponerse en el lugar del otro amplía la capacidad de disfrute de ambos, sin que ninguno pierda su energía esencial básica.
Recomendaciones para estimular el punto G
masculino
El hombre puede estar acostado de espaldas, con las piernas flexionadas, apoyando las plantas de los pies sobre la cama.
Diferencias y semejanzas con el punto G
femenino
Diferencias:
Semejanzas:
Lic. Verónica Kenigstein
Facilitadora de procesos de transformación transpersonal, terapeuta de parejas, sexóloga e instructora de Tantra. Creadora de la escuela vincular Campo de conciencia.