Carles Bonet y Juana Dolores Martinez han abandonado Plataforma per Catalunya y se han pasado al Grupo Mixto del Ayuntamiento de Salt después de que, desde la dirección del partido, les hayan "traicionado, presionado, amenazado e insultado". Así lo cuenta la ex edil, que abandonó la formación xenófoba tras recibir presiones por estar prometida con un vecino de origen camerunés. Carles Bonet, número 1 y portavoz del partido, que tiene una relación sentimental con un hombre de origen dominicano, anunció este sábado que seguía los pasos de su compañera de filas.

Ambos pasarán a formar parte del Grupo Mixto, con lo que el partido liderado por Josep Anglada se quedará con una sola concejal en el ayuntamiento, la número dos de la formación en Salt y delegada local, María Osuna. La dirección de Plataforma per Catalunya, por su parte, se apresuró a desmentir las acusaciones de ambos y a asegurar que el problema había surgido porque la pareja de la concejal se negaba a enseñar sus papeles de residencia. Además, la dirección acusó este domingo al alcalde de la población, Jaume Torremadé (CiU), de "comprar" a sus ediles. Los dos concejales 'rebeldes' aseguran que se sienten "decepcionados" y responden que "aquí nadie compra ni vende nada, es una decisión nuestra, sólo nos han apoyado".

Ambos narran que, tras días de dimes y diretes, la mañana del sábado los dos ediles se reunieron, evaluaron la situación y decidieron que no están de acuerdo en parte del ideario de la formación ultraderechista y su forma de actuar. "Nos reunimos Carlos y yo y tomamos esta decisión. Al alcalde sólo le pedimos asesoramiento sobre qué pasos debíamos seguir y él nos apoyó", explica Juana Dolores Martínez en declaraciones a ELMUNDO.es.

Ahora, lo primero que hará Martínez será retirar la renuncia al acta de edil que había presentado el pasado día 5, para, junto con Bonet, "poder seguir trabajando para Salt y para sus vecinos, que es lo que siempre hemos querido". En este sentido, la ex número tres de PxC en Salt ha relatado como les han "traicionado, presionado, amenazado, insultado". "Nos han hecho mucho daño, pero no han conseguido lo que querían, seguiremos trabajando por y para nuestra población", ha añadido. Martínez ha atribuido todo lo sucedido en este culebrón político del verano a la delegada local, María Osuna: "Su objetivo era echarnos del partido para que entraran más mentirosos y nazis como ella".

Por su parte, Carles Bonet, al sentirse presionado y acusado por parte de los militantes de la formación y ver cómo habían tratado a su compañera de partido, tras pensarlo y analizarlo mucho decidió poner fin a la situación que se estaba viviendo y pasarse al Grupo Mixto, entre otras cosas, "para poder trabajar igual que lo hubiera hecho en el PxC, por la historia de Salt, para trabajar para controlar la llegada descontrolada de inmigrantes en situación ilegal y por la justicia social, pero con más libertad".

"Nunca he compartido parte del ideario de PxC, pero se impusieron mis ganas de trabajar por mi pueblo, que en estos momentos tiene más de un 40% de inmigración", justifica. Bonet también ha criticado a la gente que les acusa de querer mantenerse en el consistorio por dinero y ha recordado que cobrarán 180 euros menos el 5% de IRPF por pleno y que los 450 euros para el portavoz que en PxC se repartían entre los tres ediles se los quedará Osuna.

Bonet siempre había defendido que desde la dirección del PxC le dijeron que no pasaba nada por tener un novio de República Dominicana e incluso le dijeron que éste iría en las listas de número 3. Su pareja fue en las listas pero fue quedando desplazado hasta los números finales y ahora, tras su enfrentamiento con el partido de Anglada, está convencido de que a muchos militantes de la formación nunca les han gustado sus circunstancias personales.