Dimanche 6 décembre 7 06 /12 /Déc 11:09

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No volvimos a sacar más el tema, y los días iban pasando, yo empecé a darme cuentas de que el era mas cariñoso de lo que parecía al menos esa fue mi impresión.

Yo cada día sentía mas la necesidad de estar mas tiempo junto a el, a demás que me molestaba que me hablase de su novia, eso hacia que me pusiese furioso por dentro.

He intentaba cambiar de tema, cada vez que salían esos temas.

Y lo que yo fuese dado por ser esa novia, que lo tenia todos los días.

Que podía acariciarle, besarle, estar junto a el.

La rabia se apoderaba de mí.

Yo creo que llegue a odiar a la novia y sin conocerla. Es egoísmo, no creo porque realmente yo no tenia nada, lamentablemente con el.

Mas bien era rabia de no poder tenerle, y ella si lo tenia.

Para mi cada día se iba haciendo mas largo y pesado, deseaba que llegase la hora de abrir para verle. Y por otro lado no quería.

Mi cabeza iba a estallar.

No sabia que hacer que decirle, de que hablar. Con todas las cosas que necesitaba contarle, pero dejaba pasar el tiempo, los días, incluso meses.

Un día llego todo enfadado.

Yo al verle le pregunte que ele pasaba, para estar así. El me contesto que se había enfadado con ella, que estaba harto de aguantar las tonterías de ella.

Ese día se sincero conmigo, y me conto.

Que era muy posesiva que no le dejaba ni respira muchas veces, que no sabia lo que hacer.

Según me conto su noviazgo era desde muy jóvenes, y ya llevaban casi 5 años de novios, pero que cada vez era peor, y lo peor es que el estaba enamorado de ella, pero que el no estaba tan seguro de que ella de el si.

Yo le dije que claro como no iba a estar enamorado de él, si era un tío fabuloso.

Que era muy fácil de enamorarse de el, el me miro con una mirada dulce y me dijo, tú crees, porque la verdad no es que haya ligado muncho, eso es que te lo has propuesto poco le respondí.

Y yo pensando tú supieses lo que yo siento por ti. Pero lógicamente no se lo dije. Otra vez mas guardando silencio.

Pero transcurrido un tiempo yo ya no pude callar mas y me propuse decirle lo que sentía por el.

Una de esas noche que nos quedábamos a tomar la ultima copa en el local, empezamos a hablar, yo le pregunte como iban las cosa con la novia el solo dijo, Van.

Yo después de muchos titubeos me arriesgue y le dije, tu nunca te has sentido atraído por un chico, el con ojos de sorpresa me respondió. No ya te dije que no, que con mi novia tenia suficiente, nunca me he planteado algo así.

Y ya que tu me lo preguntas, y tu?.

Yo que?

Si te ha atraído algún chico?

Temía esa pregunta, que le iba a contestar, como decírselo, no me salían las palabras

Pero no se como le dije. Si

El un poco sorprendido al menos eso me pareció a mí.

A si.

Si, mira cosas que pasan, dije.

Pero si tu estas casado.

Y eso que tiene que ver para que un chico te atraiga o te llame la atención.

Pues yo nunca me había parado a pensar en eso.

Mira pues a mi me ha pasado.

Yo quería seguir la conversación, pero no quise seguir insistiendo en el tema.

 Y esa noche lo dejamos a si.

Según pasaban los días para mi era mas imposible decirle lo que sentía, era un sin vivir.

El malestar y el ahogo de no poder decir que le quería, que me había enamorado de un niño trece años mas joven que yo.

Como reaccionara, si se lo digo, que pensara, puede irse de trabajo  y entonces si que ya lo perdí para siempre, todas estas dudas ahogaban mi garganta y me impedían hablar.

Pero llego el día, y me arme de valor. De hoy no pasa, hoy se lo digo, esta noche le invitare a tomar un copa cuando cerremos y se lo digo.

Y tal cual.

A la hora de cerrar le dije, nos tomamos una copa?

Ah vale, hoy no tengo prisa,

Cerré la persiana del local y nos quedamos dentro, le serví su copa y yo me puse otra, nos sentamos en los taburetes de la barra.

El me pregunto. Tu estas a gusto conmigo trabajando aquí?

Yo sorprendido le pregunte que a que venia esa pregunta.

No por saberlo.

Y tú que tal estas aquí.

Bien muy bien, hace tiempo que no me encontraba también trabajando en un sitio

Pues me alegro le dije

Para cambiar el tema. Le pregunte que como le iban las cosas con la novia a lo que el me respondió. Que bueno van.

Y eso solo van?

Si, y a ti que tal la vida?

Bueno no me puedo quejar, podían ir mejor (yo)

Mejor?

Si?

Tú sabes que nunca se tiene todo lo que se necesita, siempre ahí algo que le falta, o alguien.

A ti no te falta nada? le pregunto

La verdad es que no, tengo mi trabajo, la novia, el coche creo que todo

Mira que bien dije yo con una falsa sonrisa.

Y ti te falta algo? Me dice

Y eso, porque me haces esa pregunta

Pues para saber.

Me arme de valor y le dije que si que me faltaba algo.

Puedo saber lo que es?

A lo que yo respondí. Lo que es o quien es. No necesariamente tiene que ser un objeto, puede ser una persona, no crees?

Una persona? Sorprendido me pregunta

Si es una persona. Y de una vez por todas de mi boca salió TÚ.

Sorprendido y con su mirada clavada en mis pupilas dijo YO.

Si Luis tu,  eres la persona a la que necesito,

En ese instante se hizo un silencio sepulcral.

No se que decirte Abraham, nunca me había pasado nada igual.

Que piensas de lo que te acabo de contar.

La verdad es que no me esperaba nada parecido, es que a mi no me gustan los chicos y nunca me lo he planteado, yo como amigos lo que quieras, además nos llevamos muy bien en el trabajo. Pero nada más, amigos y compañeros.

Yo no sabía como seguir la conversación estaba completamente nervioso y no quería meter más la pata. Por lo que lo dejamos así.

Al día siguiente yo no sabia como mirarle, cuando llego me limite a un Hola el como si nada empezó a preparar las  cosas para el servicio, yo intente evitarlo todo lo que pude, y pasaron mas de dos semanas y no volvió a salir el tema de conversación, hasta que una noche el me propuso de tomarnos una copa a la hora de cerrar. Yo dude en aceptar, pero era tan grande la atracción que sentía por el que acepte.

El se sentó en el taburete de la barra, yo permanecí dentro de ella sentado en el borde de la nevera, durante un tiempo estuvimos sin decir nada. Hasta que el rompió el silencio.

Pues si que estamos parlanchines esta noche.

Es que estoy un poco cansado hoy le dije

Si quieres nos vamos.

No hombre  ya vamos a tomarnos la copa.

El me miro y me dice, esta molesto por lo que te dije el otro día?

Molesto contigo no, molesto conmigo mismo por a verte lo dicho, no debí decírtelo.

No te preocupes por mi no pasa nada, solo es que yo en eso no puedo yo quiero mucho a mi novia. Aunque no nos llevemos muy bien.

A ti te aprecio mucho como amigo, y no me gustaría que se terminara la amistad.

Ya Luis, pero tú no te imaginas lo que es querer  alguien que tienes a tu lado, y no poder vivirlo. Cuando te conocí mi corazón dio un vuelco al verte y no me preguntes porque.

Desde ese momento no hay un día que no piense en ti, que este esperando que sean las seis de la tarde para volver a verte, y temiendo la hora de cierre porque te vas.

Que podría hacer yo por conquistar a este niño, le pregunte.

Nada mejor nada, sigamos así como estamos y no estropeemos las cosas.

Le miraba y mi corazón latía cada vez más de prisa, mis labios deseaban besar los suyo como nunca antes había ocurrido.

Pero no ocurrió, y otra noche que paso, pero al menos yo estaba mas tranquilo ya que el sabia lo que yo sentía por el.

Par El Rey Caido - Publié dans : Una Historia Real
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