Pasado un tiempo, yo seguí insistiendo sobre mis sentimientos. Y le dije que lo mejor que nos podía pasa era intentarlo que no perdíamos nada por probar y ver que pasaba el continuaba callado escuchándome, y una leve sonrisa salió de sus labios.

Y lo que nunca me esperaba, detrás de esa sonrisa salió la mas grande de las palabras que mi corazón quería es cuchar “SI”.

Ese SI hizo que todo mi cuerpo se estremeciera, y yo me quede sin palabras. Le cogí de mano y se la acerque a mi pecho, mi corazón latía a mil revoluciones por minuto. El me miraba con ojos de niño travieso y me pregunto, Y ahora que?

 Yo me acerque a el y de la mano nos fuimos para la habitación, una vez allí se recostó en la cama, yo no me podía creer lo que estaba ocurriendo.

Todo lo que por mi mente había pasado, ahora me sentía como un niño que no sabia lo que hacer. Un novato ante una prueba de fuego así me sentí.

Pero mi amor por el era tan grande, que mis labios buscaron los suyos, el al principio se mostraba inerte pero según ocurrían los acontecimientos el cedió, y nos besamos como nunca pensé, que llegaría ese momento.

No le costo mucho dar rienda suelta a sus instintos, que por cierto vaya instinto tenia el niño, jajjajjaaj.

Fue una noche maravillosa al menos para mí, sus labios eran dulces como la miel, sus caricias hacían que me estremeciera cada vez que las sentía, el que tanto se había echo rogarle. Ahora le tenia junto a mi, y yo no daba crédito a lo que estaba pasando, tanto tiempo esperando este momento, para quedarme sin palabras. Y a el pareció que estaba disfrutando al menos su reacción fue algo sorprendente mara mi. Y yo como podéis imaginar me sentía completamente feliz, tenia a la persona que tanto quería recostado sobre mi pecho, yo acariciaba su cabello liso y castaño como si de un peluche se tratase, pasaban los minuto y  yo creía estar en el cielo. Por fin había llegado es momento tan deseado por mi. Mi niño y yo.

Es como un cuento de hadas.

Pero llego el momento en el que el me dijo, me he de marchar que ya es muy tarde, se vistió y se marcho.

Yo al quedarme solo no podía dejar de pensar en lo ocurrido. Mi cabeza giraba como una noria, no paraba de dar vueltas. Me sentía completamente dichoso.

Pero por otro lado la intranquilidad y las dudas me invadían.

Porque me ha dicho que si y ha accedido  a tener una relación. Si el siempre decía que no.

Pasaba la noche y mis dudas cada vez se hacían más grandes. Tenía ganas de que llegase el día siguiente para verle. Y ver cual seria la reacción de ambos cuando estuviésemos de frente.

Y llevo, yo estaba expectante para ver lo que ocurría, el entro y una leve y picara sonrisa salió de sus labios. Hola, hola le respondí yo.

Y como si nada fuese pasado, nos pusimos atrabajar como cualquier otro día, yo me sentía feliz como un niño cuando le hacen un regalo.

Fueron pasando los días, los meses y nosotros continuábamos nuestra relación.

Que a mí cada día hacia que le quisiese mas, pero como todo, también teníamos nuestras contradicciones, yo sentía que ponía mas de mi parte que el, y eso hacia que fuese, creo mas impositivo y exigente con el, creo que con el paso del tiempo llegue a agobiarlo por que sentía que cada vez se separaba mas y me dejaba en un segundo plano, el seguía también con su novia al mismo tiempo que conmigo, yo aceptaba la situación pero lógicamente no podía compartirla.

Esto que os cuento ya hacia un año que estábamos juntos, con la relación nuestra.

Yo quise involucrarlo más para que estuviese más tiempo junto a mi, y le propuse que porque no montábamos un negocio los dos, el me dijo que se lo pensaría y que hablaría con sus padres y su novia. Para ver que les parecía, yo lo de los padres lo aceptaba lógica mente. Pero otra vez ella por medio de mis planes, os juro que empecé a tomarle rabia y no odio, pero no podía hacer otra cosa, era consiente que desde el principio esa era la situación. Situación que no me gustaba nada pero por el lo soportaba. No quería perderle.

El era poco expresivo la verdad. O casi nada vamos, al contrario que yo que soy una persona bastante romántica, y muy cariñoso. El era mas frio y distante. Tenía sus puntos.

Bueno he de deciros que yo también continuaba casado. Eso hacía que fuese mas consiente con nuestra situación de pareja.

Pero ya se me fue haciendo demasiado dura la situación pero a el precia no importarle. Un día me atreví a decirle que si el dejaría a su novia por mi. El con un gesto afirmativo me pareció asintió con la cabeza. El dejaría a su novia y yo me separaría.

El volvió a asentir con la cabeza, pero ahí quedo La conversación.